El padre del día…,la tarde y la noche. ¡Qué ellos también concilian! Viene con descargable muy molón.

Pepe, siento haberte jod… pero necesitaba un padre, un padre de ahora, un padre feliz, un loco… que mucho se habla de madres, de heroicas féminas que compatibilizan despelurciadas como «superhéroas»  su vida, para poder llegar a todo. Y es verdad, pero… ¿Ellos qué?

Mi maromo también lleva lamparones en la corbata  Un día, en la oficina, sacó el móvil de su bolsillo mientras sus compis se partían de risa. Normal cuando un jovenzuelo de traje tiene pegado a su oreja un phone fuxia purpuroso de las princesas Disney.

¡Eso es una padre, coña!

Y aquí os dejo el post de Pepe, el pepe del día, pepe de cuatro hijos y un entusiasta de su familia. Para todos esos inmaduros muy maduros que sostienen en una mano el biberón y en la otra una «cervezuqui».

El pasado sábado a la salida de un festival en el que actuaban nuestras respectivas hijas, Isa animada por mi mujer me lanzó, como el que no quiere la cosa: “Pepe, ¿Te animas a escribir el post sobre el día del padre para mi Blog?” – yo, desvié la mirada hacia su marido y los dos pensamos lo mismo: “Pepe, date por jodido”.

 Si se me ocurría declinar la oferta, perdería la oportunidad para dejar salir del armario mi verdadera pasión que es la comunicación; y por contra, si me lanzaba a la piscina y decía que sí, me comprometía a escribir algo digno, cosa que no siempre es fácil. Sin más, nos despedimos, pero la proposición me había dejado tocado, ¡el guante me había dado en toda la cara y no le había dicho nada a Isa! La realidad, como estás leyendo, es que recogí el guante y me puse a pensar en el modo de hincarle el diente al tema. La di varias vueltas a la idea, cogí el portátil y me puse a teclear.

El próximo 19, se celebra S. José y desde que lo decidió El Corte Inglés, por añadidura el día del padre. Desde hace algunos años, todos los días son días de algo; es más, nos faltan días en todo un año, y eso que éste lleva uno de propina. Nada más abrir el Word me dio por cambiar el orden del día, en lugar del día del padre tecleé, el padre del día, y ahí comenzó la transformación. De un tiempo a esta parte, se trata la paternidad como algo prescindible, o a lo más como proveedora de la semilla necesaria para procrear; y si te he visto, que ni eso, ni me acuerdo.

Revindico la figura de los padres de hoy en día, con todas sus letras en mayúscula. Padres que también trabajan fuera de casa, si son de esos afortunados, y además no es que concilien la vida familiar y laboral, si no que son parte fundamental de la familia, asiduos a biberones de medianoche, profesionales acunadores de los peques que se van a dormir, cuentacuentos nocturnos y diurnos de sus pequeños insomnes, los que encienden el radiador de la habitación que da al norte y lo apagan antes de acostarse, aquellos a los que les suena el despertador y dan el toque de diana por las mañanas, a la par que preparan los desayunos de la tribu; y además o mejor primero: son esos tipos que se acercan a su «churri» con un par de «birras» y unos «de picar» para echar unas risas y desconectar de los follones del día a día. En fin, un padre es ese «chorbo» que se acuesta con su «chorba», y le acerca su cuerpo para que ella pueda poner en positivo la temperatura de sus «pinreles»; un confidente, un amigo, un amante, una diana, un payaso, un inmaduro, un…, un ser humano, que el de arriba a puesto en el camino de una mujer y que como fruto de su amor se hacen padres el uno al otro y viceversa.

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